Cuando una persona sufre un daño injustificado —sea físico, emocional o patrimonial— la ley colombiana le permite presentar una demanda por daños y perjuicios. Este mecanismo tiene como finalidad reparar integralmente el perjuicio causado, restaurando los derechos vulnerados y compensando económicamente a la víctima.
En esta guía conocerás qué tipos de daños pueden ser reclamados, qué requisitos debes cumplir, cuál es el procedimiento legal y qué pruebas necesitas para presentar con éxito una demanda por daños y perjuicios en Colombia.
En el lenguaje jurídico, el daño es la lesión o afectación negativa que sufre una persona en sus bienes, derechos o integridad personal. Por su parte, los perjuicios son las consecuencias patrimoniales o extrapatrimoniales de ese daño.
En una demanda civil, los más comunes son:
Daño emergente: pérdida económica directa.
Lucro cesante: ingresos dejados de percibir.
Daño moral: sufrimiento psíquico, emocional o espiritual.
Daño fisiológico: afectación funcional o pérdida de calidad de vida.
Daño a la vida de relación: limitación en el desarrollo social o familiar.
La demanda puede presentarse siempre que se configure una conducta antijurídica que cause un daño cierto, evaluable y atribuible a alguien. Esta puede derivar de:
Un accidente de tránsito
Negligencia médica
Incumplimiento contractual
Actuación u omisión de una autoridad pública
Daño por producto defectuoso
Agresión física o psicológica
En todos los casos, deben acreditarse tres elementos fundamentales:
Existencia del daño
Culpabilidad o responsabilidad del autor
Nexo de causalidad entre el hecho y el daño
La demanda puede dirigirse contra cualquier persona natural o jurídica que haya causado el daño, incluyendo:
Particulares
Empresas (por ejemplo, EPS, aseguradoras, establecimientos)
Entidades del Estado
Profesionales (médicos, abogados, contratistas)
Si el daño se produce por culpa de varias personas, todas pueden ser solidariamente responsables.
En Colombia, las demandas por daños y perjuicios pueden clasificarse según el origen de la responsabilidad:
1. Responsabilidad civil extracontractual:
Cuando no hay contrato previo entre las partes. Ejemplo: un peatón atropellado por un conductor.
2. Responsabilidad civil contractual:
Cuando el daño proviene del incumplimiento de un contrato. Ejemplo: un contratista que entrega una obra defectuosa.
3. Responsabilidad del Estado:
Cuando una entidad pública, en ejercicio de sus funciones, causa un daño a un ciudadano. Ejemplo: una caída por mal estado de la vía pública.
La carga de la prueba recae en el demandante. Es necesario demostrar:
La existencia del daño con documentos, peritajes, testimonios o registros
Que el demandado actuó con culpa, dolo o negligencia
Que hay una relación directa entre el hecho y el perjuicio
En casos de responsabilidad objetiva (por ejemplo, por conducción de vehículo o ejercicio de actividades riesgosas), no es necesario demostrar culpa, solo el daño y el nexo causal.
El monto de la demanda dependerá del tipo de daño sufrido. Se pueden reclamar:
Gastos médicos y de recuperación
Ingresos dejados de percibir
Afectación emocional o psicológica
Daños materiales a bienes
Gastos funerarios (en caso de muerte)
Costos de cuidado, adecuaciones y apoyo
También se puede solicitar una medida de reparación simbólica, como la retractación pública o la adopción de medidas de no repetición.
Evaluación jurídica del caso:
Se analiza si hay mérito para demandar y qué tipo de responsabilidad aplica.
Valoración del daño:
Puede requerir peritajes contables, médicos, psicológicos o técnicos.
Redacción de la demanda:
Debe contener los hechos, fundamentos de derecho, pruebas y pretensiones.
Presentación ante el juez competente:
Según la cuantía, se tramitará por el proceso verbal sumario o verbal ordinario.
Etapas del proceso judicial:
Incluyen admisión, contestación, audiencias, pruebas, alegatos y sentencia.
En muchos casos es recomendable agotar primero la vía directa con el responsable o la aseguradora antes de judicializar el asunto.
Los plazos dependen del tipo de responsabilidad:
Extracontractual: 2 años desde el hecho o desde que se conoce el daño
Contractual: 5 años desde el incumplimiento
Responsabilidad del Estado: 2 años según el CPACA
Seguro (acción directa): 2 años desde el siniestro
Es clave actuar dentro de los términos para evitar que opere la prescripción.
Si el causante del daño tiene un seguro de responsabilidad civil, la víctima puede presentar la demanda directamente contra la aseguradora (acción directa), lo cual facilita la obtención de una indemnización efectiva.
En estos casos, es necesario revisar:
El tipo de cobertura
El monto asegurado
Las cláusulas limitativas
Las exclusiones del contrato
Muchas veces las aseguradoras ofrecen pagos muy bajos. Contar con asesoría legal permite negociar con mayor fuerza.
Para demandas superiores a 40 SMMLV (aproximadamente 52 millones en 2024), se requiere actuar con abogado titulado. Incluso en cuantías menores, se recomienda asesoría profesional para estructurar correctamente la demanda y maximizar las probabilidades de éxito.
El tiempo puede variar según la carga del juzgado, la complejidad del caso y la actitud procesal del demandado. En promedio, un proceso de responsabilidad civil puede tardar entre 12 y 24 meses en primera instancia. Sin embargo, en algunos casos es posible llegar a un acuerdo anticipado.
La demanda por daños y perjuicios es una herramienta legal poderosa para restablecer el equilibrio jurídico roto por un hecho injusto. No se trata solo de obtener dinero, sino de lograr una reparación integral que reconozca el sufrimiento, las pérdidas y los derechos vulnerados.
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